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Desequilibrio y responsabilidad ambiental


Las tasas actuales de calentamiento pondrán a la Tierra en riesgo de cruzar seis "peligrosos" puntos de no retorno climáticos, según un nuevo análisis, publicado en la BBC. Traspasar estos límites afectaría los sistemas del planeta, dando paso al colapso de las capas de hielo y la pérdida de los arrecifes de coral. Comentaristas científicos han dicho anteriormente que llegar a ese punto sería alcanzar una "emergencia climática". Los seis puntos que "probablemente" se crucen, según las investigaciones publicadas en la revista Science, son: a) el colapso de la capa de hielo de Groenlandia; b) el colapso de la capa de hielo de la Antártida Occidental; c) el colapso de la circulación oceánica en la región polar del Atlántico Norte; d) extinción de arrecifes de corales en latitudes bajas; e) derretimiento repentino del permafrost (capa de suelo permanentemente congelado) en las regiones del norte; f) pérdida abrupta de hielo marino en el mar de Barents. Este desequilibrio ecológico que parece ya implacable demostró su fuerza devastadora en las últimas inundaciones registradas en Pakistán. En efecto, pese a no contribuir al calentamiento global, Pakistán paga un alto precio. Antonio Guterres, secretario general de la ONU, calificó de “desgarradora” la situación que vive un pueblo tan generoso como el paquistaní y destacó que ningún país se merece este destino, especialmente cuando Pakistán no ha hecho casi nada para contribuir al calentamiento global “Pakistán y otros países en desarrollo, desde el Cuerno de África hasta el Sahel, están pagando un precio atroz por la intransigencia de los grandes emisores que siguen apostando por los combustibles fósiles, frente a la ciencia, el sentido común y la decencia humana básica”, afirmó al recordar que aumentan las emisiones contaminantes mientras la gente muere en inundaciones y hambrunas. "Inundaciones, sequías, canículas, incendios y tormentas extremas no hacen más que agravarse y baten récords con una frecuencia inquietante", dijo Guterres en un mensaje de video junto a la publicación de un informe sobre el clima de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la ONU. "Canículas en Europa. Inundaciones colosales en Pakistán. Sequías graves y prolongadas en China, en el cuerno de África y en Estados Unidos. No hay nada de natural en la nueva magnitud de estos desastres", juzgó. "Representan el precio de la adicción de la humanidad a las energías fósiles", dijo el secretario general, que apela a un abandono del carbono y al desarrollo de energías renovables. Según un último reportaje de la ONU, el precitado informe multiinstitucional* de la Organización Meteorológica Mundial destaca la gran distancia que hay entre las aspiraciones y la realidad climática y advierte que, de no adaptarse medidas “mucho más ambiciosas”, las consecuencias “físicas y socioeconómicas” del cambio climático “serán cada vez más devastadoras”. El estudio titulado “Unidos en la Ciencia” destaca que las concentraciones de gases de efecto invernadero continúan creciendo y alcanzando nuevos máximos. El descenso temporal de los índices de emisión de los combustibles fósiles que se produjo durante los confinamientos por la COVID-19, fueron un espejismo, ya que actualmente superan los niveles previos a la pandemia. También indica que la ambición necesaria para alcanzar los compromisos de reducción de emisiones para 2030 debe ser siete veces mayor para cumplir el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C fijado en el Acuerdo de París. Añade que los últimos siete años han sido los más cálidos de los que se tiene constancia y que la probabilidad que la temperatura media anual sea temporalmente 1,5°C más alta que el promedio correspondiente al período 1850-1900, al menos uno de los próximos cinco años, es del 48%. En tanto que las ciudades, que acogen a miles de millones de personas y causan hasta el 70% de las emisiones causadas por el hombre, se enfrentarán a repercusiones socioeconómicos cada vez mayores. Las poblaciones más vulnerables serán las que más sufran, dice el informe, que da ejemplos de fenómenos meteorológicos extremos en diferentes partes del mundo este año. También huelga anotar, puntualmente, el caso de Etiopía. Según Vatican News, el director de Unicef Etiopía afirmó que hay 2 millones de desplazados que "no tienen nada" en Etiopía, de los cuales "ciertamente más de la mitad son niños". Y la guerra en Ucrania está dificultando la asistencia. Todas estas condiciones, deberían repercutir en el derecho internacional público, esto es, en los tratados internacionales que exteriorizan la necesidad de pagar un impuesto global elevado por las emisiones de dióxido de carbono, y por otra parte, labrar un contenido normativo para que los países y las poblaciones afectados puedan ser reparados del daño ecológico global. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, hizo su parte. Ahora toca a la comunidad internacional expresarse en la reciente Asamblea Permanente de la ONU, y otros foros, sobre tan delicado asunto.

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